El ahorro y el eficiente uso de la energía es un pilar indispensable para combatir el cambio climático.
En muchos países de Latinoamérica, el sector residencial ha logrado grandes y notables progresos en el uso eficiente de energía reduciendo gasta en un 40% la intensidad energética, es decir que utilizan casi la mitad de la energía que utilizaban antes para las labores domésticas.
El sector industrial de América latina consume al menos 30% de la energía y genera el 16% de las emisiones de GEI siendo el sector clave para la implementación de políticas de ahorro energético y uso eficiente en materia de energía.
Se cree que con la implementación de estas políticas, el sector industrial podría tener una reducción igual o aún mayor a la del sector residencial trayendo beneficios y ahorros de millones de dólares para sus países y por su puesto mejoras en la calidad de vida y un golpe fuerte en la lucha contra el cambio climático.